Karla González, madre y enfermera de profesión, denunció públicamente ser víctima de negligencia médica en el Hospital Materno Infantil y el Hospital Regional de León, donde, asegura, la atención deficiente provocó la pérdida de su bebé de 16 semanas de gestación.
Todo comenzó el 9 de octubre, cuando fue citada para realizarse un ultrasonido endovaginal en la UMAPS de Casa Blanca.
“Acudí a mi cita y, tras el estudio, me dijeron que podría tener un embarazo prematuro. Me pidieron regresar al día siguiente para repetir el ultrasonido”, relató Karla.
El 10 de octubre, durante el nuevo procedimiento, afirma que la doctora no le dirigió palabra alguna y que el estudio fue realizado de forma brusca, provocándole dolor y, posteriormente, sangrado.
“Yo no presentaba sangrado antes de ese ultrasonido. Al terminar, vi sangre marrón en la camilla. Cuando pregunté, la doctora solo dijo que probablemente era una infección”, explicó.
Desde ese momento, comenzó a sufrir sangrado diario y fuertes dolores en el abdomen y espalda baja. A pesar de acudir varias veces a urgencias del Hospital Materno Infantil, donde solo se le realizaron ultrasonidos abdominales para verificar el latido del bebé, su situación empeoró.
“Nunca revisaron el sangrado ni me hicieron estudios completos. Solo me recetaban medicamentos que debía comprar por fuera”, denunció.
El 19 de octubre, Karla presentó dolores insoportables, pérdida de conocimiento y sangrado abundante. Ante la gravedad de su estado, fue trasladada en ambulancia al Hospital General Regional, donde nuevamente, a pesar de que el bebé aún tenía signos vitales, fue dada de alta.
“Yo ya no podía ni mantenerme de pie y aun así me hicieron firmar mi alta médica”, recordó.
Horas después, debido a la gravedad de su condición, su familia la llevó a una clínica particular, donde confirmaron el riesgo en que se encontraba y donde finalmente se diagnosticó que el bebé ya no podría ser salvado.
“Mi bebé estaba vivo, sano, sin malformaciones, pero ya estaba en el cuello uterino. No se pudo hacer nada”, dijo entre lágrimas.
Karla González lamentó que, a pesar de haber acudido en repetidas ocasiones en busca de ayuda, su situación no fue atendida adecuadamente.
“Soy enfermera y sé que si me hubieran tratado correctamente, otra historia sería”, sostuvo.
Actualmente, Karla interpuso una denuncia formal ante las autoridades correspondientes, aunque hasta ahora no ha recibido una respuesta.
“Sé que las redes sociales son muy influyentes. Quiero alzar la voz para que esto no le pase a más mujeres”, concluyó.