El pasado miércoles un hombre de la tercera edad fue asaltado y golpeado por una familia en la colonia La Brisa en la ciudad de León.
Familiares informaron que los hechos ocurrieron el miércoles cuando Don Rafael, de 102 años de edad, caminaba por las calles de la colonia La Brisa rumbo a su casa.
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Cuando Don Rafa caminaba, un sujeto que viajaba a bordo de un Tsuru blanco junto a una mujer y dos niños se detuvo e invitó a Don Rafa a subirse.
Don Rafael se negó a subirse, asegurando que el podía llegar a su casa por su cuenta, sin embargo, el conductor insistió asegurando que lo ayudaría, por su edad.
Al negarse de nuevo, el conductor subió de tono y a manera de amenaza, le dijo a Rafael que subiera al auto.
Don Rafa subió al vehículo, donde lo llevaron a su casa en la calle Camécuaro, sin embargo al bajar, el conductor lo siguió hasta el interior de su casa.
Al estar a solas con Don Rafael, el sujeto le exigió dinero y lo amenazó. Don Rafa le dio lo poco que tenía, sin embargo, el delincuente le exigió más… “Esto es muy poquito, dame más”.
En ese momento, el ladrón golpeó a Don Rafa en el rostro en varias ocasiones y antes de huir, lo amenaza con matarlo si dice algo.
Una cámara de seguridad logró captar el momento en el que el conductor y la señora que lo acompañaba, suben al Tsuru color blanco sin placas y huyen del lugar.
LA DENUNCIA
Imaginen conmigo solo por un momento:
Eres un adulto mayor, pero no cualquier adulto mayor! Tienes 102 años. A tus 102 años el mundo parece más lento, más pesado. Ayer, como frecuentemente lo haces, saliste a dar un paseo, fuiste a visitar a un amigo, a uno de esos que todavía te quedan.
En el camino de regreso un coche se para a tu lado, era una familia: el conductor, un hombre de mirada intensa, la mujer, sentada en el asiento del copiloto y niños en los asientos traseros mirándote curiosos.
El hombre con una sonrisa te invito a subir; te dijo que ellos podían llevarte; tu respuesta fue la misma de siempre, aquella que usas cuando alguien te ofrece algo que no necesitas; porque a pesar de tus 102 años, te sientes capaz de seguir caminando por tu cuenta, por lo que agradeces el gesto y te niegas a aceptar su ayuda; pero en ese momento algo cambia, al hombre se le borra la sonrisa y sube su tono de voz al decir que subas y notas que no es una sugerencia.
En ese momento, con la tranquilidad que da una vida entera de experiencia, entiendes que no tienes otra opción más que subir al coche. El hombre al volante te lanza miradas rápidas, mientras los niños ya no te miran con curiosidad si no con algo que no sabes descifrar; la mujer que ahora se encuentra en la parte de atrás no articula palabra alguna.
Al llegar a tu casa el coche se detiene con brusquedad, te bajas, siguiendo las instrucciones previas, para posteriormente que el hombre baje tras de ti; se dirige rápidamente hacia la puerta y sin decir palabra entra a tu casa; ya adentro el hombre te exige dinero, le das lo poco que tienes, lo que guardas con esfuerzo para los días difíciles, pero no es suficiente para él.
¨Esto es muy poquito, dame más¨ ordena con una furia que no puedes entender; y en ese momento, te golpea, un golpe, luego otro, caes al suelo y sabes que no puedes defenderte.
El hombre roba lo que puede, tu tele y algunas herramientas, esas que tanto valoraban tus manos a lo largo de los años. No conforme con eso, antes de irse te lanza una ultima advertencia: ¨Si cuentas algo, te ¨
Me gustaría decir que esta historia salió de mi imaginación pero desgraciadamente le sucedió el martes a mi abuelito. No me cabe en la cabeza como existen estas ¨personas¨. Ayúdenme compartiendo porque no es posible que estas cosas se queden impunes.
La Fiscalía General del Estado informó la detención de los dos presuntos homicidas de Eduardo Manellic en la ciudad de León Guanajuato.
Luego de las...