Antonio, un hombre de 43 años que se ganaba la vida reparando llantas, fue atacado a balazos mientras trabajaba en su vulcanizadora, ubicada sobre el bulevar Juan Alonso de Torres, en la colonia Bosques del Potrero.
Eran cerca de las 9:20 de la mañana cuando el sonido de al menos seis disparos rompió el ruido cotidiano de los autos y talleres.
Vecinos y comerciantes corrieron a resguardarse, mientras otros alertaban al 911.
Cuando los paramédicos llegaron, Antonio ya no tenía signos vitales. Las balas lo habían alcanzado en la cabeza.
Los responsables, según testigos, escaparon a bordo de una motocicleta blanca.
A pesar del operativo desplegado por la Policía en la zona, no hubo detenidos.
Durante varios minutos, el carril derecho del bulevar fue cerrado, afectando la circulación hacia el Delta.
Agentes ministeriales y peritos de la Fiscalía trabajaron entre conos naranjas y miradas de curiosos, tratando de reconstruir lo que pasó y por qué.
Antonio, como muchos, salió esa mañana a trabajar. No sabía que sería la última vez.
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